Publicada en Yaconic el 09 de abril del 2020  Distintos tipos de Yagé —Existen cuarenta y tres diferentes tipos de Yagé —nos dice Hipólito Muchavisoy, quien está sentado en una silla de camping. Hipólito es un taita del pueblo Inga del Putumayo, tendrá unos sesenta años y su piel morena contrasta con su cabello cenizo. Viene acompañado de Dévora Mutumbajoy, su esposa, quien está recostada en un colchón inflable, Nicolás Losada discípulo de Hipólito, Leo y Sara Vasquez entre otras personas. —Lo que vamos a tomar el día de hoy es Tigre-huasca —continúa. El Yagé tiene diferentes nombres como Loro-husca, Indi-huasca, Cielo-huasca. La diferencia radica principalmente en la antigüedad del Yagé, así como en la preparación. Hay Yagés que provocan viajes más profundos, otros ligeros y hay algunos que te dan visiones. —Dentro de Tigre-huasca, existen tres diferentes variedades. La de primer nivel es muy rápida y dura mucho tiempo. Esa sólo la toman los abuelos. Hipólito toma una bolsa de plástico y saca una botella que contiene un líquido espeso y oscuro, parecido a lodo y se lo pasa a Nicolás, quien además de tocar canciones medicina, lleva doce años tomando Yagé con Hipólito, encaminándose como sanador. —Si hay alguien que tenga enfermedades del corazón, debe de decirnos para poder calcular la dosis. Si hay alguien que esté tomando medicamentos, antibióticos o pastillas psiquiátricas como antidepresivos, debe de decirnos también. —También las lunas —complementa Hipólito— si hay alguien que va a tomar y está en su lunación debe decirnos porque son energías muy fuertes: Podríamos salir enfermos todos. Mientras Nicolas comienza a servir un caballito, Hipólito nos dice a modo de reflexión: —El Yagé es la fiesta del amor, la fiesta del perdón. Intencionar la toma de Ayahuasca Cuando uno ingiere la medicina se le da una intención a la toma, ya sea para trabajar algo en particular o para que la medicina revele algo. Como era mi primera vez con el Yagé, Nicolas sirvió la mitad del caballito, dijo algo a la boca del vaso y me lo pasó. “Quiero sanar mis generaciones pasadas y futuras”, dije mentalmente y lo tomé de fondo. El sabor era parecido a café con cacao y tierra, ligeramente espeso. Regresé a mi lugar y me recosté sobre el sleeping bag esperando que hiciera su efecto. Observé la luz de la veladora que estaba frente a mí y recordé que mi hermana y mi mamá habían prendido una veladora también para que me pudieran acompañar durante el viaje. Mientras pasaba el resto de la gente, sus sombras se proyectaban alrededor de la Maloca por las veladoras. Al terminar, nos quedamos en silencio y estuvimos así durante largo tiempo, meditando. Escuché un aleteo de libélulas y recordé las palabras de Hipólito —el efecto del Yagé comienza con un zumbido. Cerré los ojos y tuve la sensación de sumergirme dentro de mí: Era un collage de imágenes, como comerciales de televisión que se iban destruyendo en una espiral y supe que era mi “identidad” construida a partir de fragmentos. Después, se me revelaron fractales de colores. A diferencia de otras sustancias, el viaje del Yagé es habitado por la sabiduría de la planta, por lo que uno no está sólo, sino que es acompañado por su ubicuidad. —Por favor, revélame de dónde vengo— le pedí. Sentí que subía al espacio, y me invadió una sensación de vértigo. En la oscuridad topé con un límite e intuí que era el inicio de mi vida. Fui más allá y se me reveló un universo completo de figuras geométricas que interpretaba como los constructos básicos del universo. El Yagé me dijo: —ven, te mostraré cómo se crea la vida. Y me llevó más profundo, donde había partículas infinitamente pequeñas. Después comencé a escuchar un coro celestial, y me sentí sobrecogido: Estaba ante la presencia de Lo Sagrado. Escuché un sonido nocturno, subterráneo y al abrir los ojos vi a Nicolás soplando ligeramente la armónica. Cerré los ojos y vi una serpiente negra con ojos rojos. Abrí los ojos nuevamente para escapar de las visiones y al centro de la Maloca percibí una batalla de espíritus. Era primero de noviembre: finalmente se había abierto el Xibalba. Escuché a Hipólito roncar y pensé: somos el sueño del chamán. Entonces me comencé a disolver en un viaje comunal. Percibía el sufrimiento y el gozo de las otras personas; era una experiencia mística, colectiva, dionisiaca. Después de unas dos horas de viaje sentí que comenzaba a regresar lentamente y el Yagé me dijo: “Bebe un poco más, aún no hemos trabajado lo que pediste” y esperé dos canciones para comprobar que ya no sentía ningún efecto. Cuando Nicolás dejó de tocar la guitarra me acerqué. —¿Podría tomar un poco más de medicina? —le dije. —Claro que si. Nicolás tomó un termo blanco y me sirvió la medicina. “Quiero sanar a mis ancestros y a mis futuras generaciones”. Al pasar el trago, me supo más terroso que el anterior. Muerte y renacimiento —Volví al sleeping y mientras Nicolás y Leo tocaban, comencé a viajar nuevamente. Me quedé viendo el techo de la Maloca y las ramas del techo crecían y cambiaban de tono, pasando de café a amarillo abruptamente. A mi lado estaba Mauricio, un joven que había viajado de Tuxtla y no había traído cobijas, chamarras o sleeping bag. Noté que la estaba pasando mal así que le ofrecí mi cobija. Continué viajando y de pronto el viaje se comenzó a tornar más denso. Sentí que me derrumbaba, que me desvanecía. El Yagé me dijo “no temas, es tu ego que tiene miedo”. Para poder ver lo sagrado, es necesario disolver el ego y el Yagé lo acechaba. Sin embargo, el ego se escondía en mis miedos más profundos. Los cantos medicina comenzaron a mezclarse con mi viaje. En la tradición Inga tocan música mientras la medicina está actuando, pero no todas las tradiciones lo hacen. Por ejemplo, más cerca del Amazonas no la usan ya que los indígenas no tienen necesidad de música: su proceso lo hacen con la naturaleza porque la música está en la selva. Se dice que en las ciudades hay mucha contaminación y es lo que hace que la gente grite y se sienta mal cuando hace efecto el Yagé; es una especie de limpieza. Por eso es importante la música en las grandes ciudades. Con la música medicina fui arrancado de mi identidad, pasé a formar parte de todos. Y sentí temor. El Yagé me hablaba —No temas. Es el ego el que tiene miedo, se agarra de donde puede. Pero tú no eres eso, tú eres amor, esencia pura. No tengas miedo, entrégate. Intenté entregarme, pero vi el abismo y tuve la sensación de espanto: me disolvía, me desvanecía de mí mismo, me desintegraba. El lenguaje me comenzaba a abandonar. Observé la veladora y recordé que mi madre me había dicho que el hijo de una actriz murió en una toma de Ayahuasca. Comencé a pensar que estaba ahí, a propósito, sin nadie acompañándome. Moriría en medio de desconocidos para sanar a mis antepasados y a mis futuras generaciones. Yo sería el Cristo que sería crucificado para exonerar a mi linaje. El viaje de muerte es común cuando se toma Yagé. Sara, por ejemplo, sintió que moría para después renacer. El Yagé te pone al extremo con tus sensaciones y te muestra en que estás fallando. Y al darte cuenta de esto uno se libera. Ese es el poder de sanación. Intenté recostarme para tranquilizarme, pero Mauricio balbuceaba. Decía cosas inteligibles y después se dirigía a Nicolas: —¿Por qué no dejas de tocar? ¿por qué no mejor nos quedamos en silencio y nos conectamos con la mente? Después me volteaba a ver y me decía: —Ya quiero que se me baje, ¿tú no? Yo me sentía en el borde del abismo y no podía controlar mi viaje. Voltee a mi derecha y había alguien con un sombrero negro y saltaba con los brazos abiertos, completamente entregado. Pensé en lo que me había dicho un amigo, quien ya había consumido la medicina anteriormente: Déjate ir, si sientes ganas de bailar, baila. Si tienes ganas de cantar, canta. Si tienes ganas de llorar, llora. Así que saqué fuerzas y me levanté. Me puse al frente de Nicolas y Leo. Mientras bailaba, tuve una epifanía: viajé por varios universos posibles, traspasé la barrera tiempo y espacio y me di cuenta que ese momento estaba destinado a suceder. Era como si fuera una semilla que había estado ahí durante mucho tiempo esperando germinar. Estaba ahí por una sola razón: para entregarme. El Yagé seguía persiguiendo a mi ego, quien se escondía en todos mis miedos, en todos mis dolores. Hasta que encontró mi punto más débil: el miedo a la muerte. La medicina me dijo: —Pediste curar a tus ancestros y a tus futuras generaciones, entrégate —pero me rehusaba, no podía irme de este mundo, tenía que resolver varias cosas aún. No podía ser el sacrificio que esperaba. Sentí un tirón en el estómago. Me acerqué a la cubeta y vomité. Y del chakra raíz sentí una bola densa que a medida que vomitaba subía por mi estómago. Vomitaba y pensaba en mis ancestros y en las futuras generaciones. Cuando uno sana, rompe con el dolor transgeneracional y se convierte en el antepasado que ayudó a curar las futuras generaciones. Después de un rato, me sentí débil. Invoqué mentalmente a mis amigos y familia en quienes encontraba fuerza. Tirado en el slepping bag, con la cabeza recostada en mi mochila, agonicé durante un buen rato. Y me entregué. A medida que moría, me purificaba. Apareció la imagen de un Ave Fénix resurgiendo de sus cenizas. Con las piernas aún temblorosas atravesé la Maloca hasta la puerta. Destrabé el pasador y al salir, la luz del sol me encegueció. Vi los cerros de Tepoztlán poblados de un verde intenso, puro y el aire, centelleante, me calaba en la cara. Experimenté una conexión íntima con la naturaleza. Intentaba controlar mis manos temblorosas mientras llenaba un termo con agua, pero esta se derramaba sobre la mesa. Alguien tocó el caracol dentro de la Maloca y los perros aullaron. Alguien tocaba la guitarra, otro más tocaba los tambores y la gente cantaba y danzaba alrededor del centro de la Maloca. Sentí el impulso y me puse a danzar en un baile colectivo. Me sentía renacido, sublime, incorrupto. —Cuando entramos a un proceso de Yagé, tratamos de vivir de una forma distinta a la que ofrece el mundo de las ciudades. Ese mundo es materialista. Las fiestas son en bares, con drogas, con alcohol y de pronto uno se da cuenta que no tiene verdaderas amistades— me cuenta Sara— nuestras fiestas no son fiestas en bares sino con la medicina, con cantos, con música. Esas son fiestas de alegría, de amor. Aprovechamos el tiempo e intentamos entender la vida en un sentido más profundo. Y hay celebración, con música, con cantos, con danza. Por eso decimos que el Yagé es la fiesta del amor, la fiesta del perdón. Leer: La toma política de la Ayahuasca

Iker pasó a través de las puertas de seguridad del Auditorio Hermanos Rodriguez e intentó ocultar su mirada nostálgica tras sus Ray-Ban. Él es el tipo de persona sonriente, que siempre está de buen humor. Pero no esta vez. Había comprado boletos para el Electric Daisy Carnival (EDC), uno de los festivales más importantes de electrónica en el mundo y ni bien había entrado, ya se quería ir. Sin decir nada continuó caminando delante de Sofía, su roomie, sumergido en su pesadumbre. Llegaron a kineticFIELD, el escenario principal. Eran cerca de las siete de la tarde y una voz omnipresente interrumpió sus pensamientos. “Bienvenidos al Kinetic Temple. La fuente de nuestra energía es la verdad de la imaginación” escucharon exaltadas las casi cien mil personas. “Mientras haya imaginación en sus corazones, podemos recargar el mundo. Vengan con nosotros en este viaje a través del Kinetic Temple”. El atardecer con sus tonos naranjas y azules se armonizó con cuerdas de violines como si fuera un acto coordinado para inmortalizar el instante. Los beats se intensificaron, el fuego encendió el escenario y su abrazo incandescente se extendió hacia todas partes. Iker tenía a su disposición un cockatil de drogas: seis ácidos, seis tachas. Pero comerse una tacha en ese estado era una pésima idea: el éxtasis lo dejaría con un déficit de serotonina y al día siguiente su depresión sería algo que no podría manejar. Pasó del éxtasis y se decidió por el ácido. Como era la primera vez que comía LSD, para maniobrar de una mejor manera con el pequeño trozo de papel secante, se encerró en una cabina de WC, lo sacó de una diminuta bolsa y se tragó la mitad. Al regresar con Sofía le mandó un mensaje a Mauricio: “Tú deberías de estar aquí conmigo”. Después de cinco minutos, Iker sintió una vibración: “Diviértete güero, nos vemos el lunes”; su cara se iluminó, por fin. Unas semanas antes de EDC, Iker cortó con Mauricio. La semana anterior al festival todavía estaba en pie el ir juntos pero unos días antes, su ex le escribió un mensaje: “Te aviso para que no te vayas a sacar de onda. Voy a vender mi boleto” y al poco tiempo lo estaba anunciando en Facebook.  El LSD comienza lentamente, sin que uno se dé cuenta. Sus efectos aparecen después de unos treinta minutos y puede transcurrir hasta una hora así que algunos bajan la guardia tomándolos desprevenidos. Éste fue el caso de Iker. Se sentó en un área cercana a la alberca de pelotas para ver Instagram y de pronto le pareció como si el teléfono se escurriera entre sus dedos, como si se volviera de una sustancia flexible, elástica, maleable. Otro síntoma es la ansiedad. Sientes un impulso por caminar, por bailar, por moverte. Iker lo canalizó yendo al baño. Se asomó al espejo y vio su mirada: Ya no eran los ojos tristes que había visto la última vez, sino una mirada neurótica, esquizoide. –Ya me pegó, ¡el teléfono se me derrite! –le dijo a Sofía. Tomó una pelota roja y comenzó a jugar con ella: era un ansiolítico, un talismán que tenía el poder de anclarlo a la realidad.  –Vamos allá enfrente –le dijo a su roomie y caminaron rumbo a la barda metálica. Desde ahí podían ver a Martin Solveig. Mientras mezclaba Intoxicated, Iker cerró los ojos. Una fiesta de luces y colores se apoderó de su cabeza.  “Let's dance / no time for romance / let's dance / no time for romance /  You got me intoxicated / you got me intoxicated / you got me intoxicated / you got me intoxicated” https://www.youtube.com/watch?v=94Rq2TX0wj4   Estaba en un clímax de felicidad y sus sentidos peregrinaron a lo largo de una senda sinestésica: la música se traducía en imágenes, en sensaciones. No sabía si era el LSD o el hecho de que Mauricio había roto su silencio y por fin le había escrito ese día.  En la cima de su disfrute, lo asedió un deseo irracional por naufragar en su depresión. Pero el LSD y la música lo llevaron a lugares felices. El LSD nació como una droga para uso terapéutico. Humphrey Osmond, un psiquiatra inglés que vivía en Canadá, intentó reproducir el estado de delirium tremens en alcohólicos ya que sabía que cuando lo experimentaban se mostraban abstinentes. Realizó el experimento y muchos de ellos lograron recuperarse. La sorpresa fue que mejoraban no porque desarrollaran delirium tremens sino porque tenían una epifanía, un contacto directo con la dimensión espiritual. El LSD era un catalizador de experiencias místicas. Para fortuna de Iker, no pudo deprimirse. Continuó anocheciendo y el show se tornó más estimulante. Después de varias horas de música, baile y drogas entras en trance, en comunión. Es como si los beats fueran pulsaciones inconscientes que son arrojadas hacia el dj. Él escucha y los guía a través de la música. El LSD te deja ver el rito iniciático. El escenario enloquecido lanzaba columnas de agua y lumbre. El búho se convirtió en una moneda y alrededor de él, fuegos artificiales estallaron en el cielo eléctrico. –Vamos a dar la vuelta –dijo Sofía quien se había comido la otra mitad de ácido para acompañar a Iker en su éxodo lisérgico. Salieron del kineticFIELD y había caos, polvo, gente. Las filas para los baños eran descomunales, al igual que las de las cervezas. Los entusiastas del Electronic Dance Music caminaban desde todas partes, hacia todas partes. En otra época, en los raves de principios de los noventas, las mujeres estarían disfrazadas de mariposas o de hadas y las personas traerían osos de peluche o chupones como elemento lúdico para recordar su niñez. Pero la ideología P.L.U.R. había muerto mucho tiempo atrás, a una década de su nacimiento en México. Y tras su muerte, los elementos rituales cambiaron: Un adolescente no mayor de dieciséis años iba disfrazado de unicornio, de color azul claro. La máscara del animal mítico colgaba de su espalda. Sus ojos eran grandes, redondos, negros, como si fuera una caricatura japonesa. Traía  al menos una docena de pulseras fosforescentes en cada mano. Otras personas llevaban  tótems con la cara de Donald Trump o de Carmen Salínas. Había quien cargaba con la foto de El Chapo. También se podía ver a Walter White de Breaking Bad y a Spider-Cholo sujetando una botella de Tonayán. A lo lejos se podía ver el “niñito Dios” del “pasito perrón”. Caminaron a neonGARDEN entre los árboles. Llenos de luces, parecía un bosque mágico. Recostados en los troncos estaban los caídos: gente que tomaba un descanso del baile; personas abatidas que dormían un poco, ebrios que habían perdido la compostura. Otros tantos se refugiaban del aire para preparar un gallo. En ese bosque y por el efecto del LSD, todo eran sombras torcidas que se descomponían en ramas, sombras, gente.  Si kineticFIELD se caracterizaba por su producción, neonGARDEN era mucho más sencillo. Bajo una carpa blanca, cientos de luces centelleaban al ritmo del bajo, creando una atmósfera íntima que se intensificaba. La gente silbaba y gritaba en ondulaciones rítmicas. Dos silbidos, un grito. Dos silbidos, un grito. ¡Fiu! ¡fiu!, ¡huuuuu! ¡Fiu! ¡fiu!, ¡huuuuu! En un eco coordinado. El progressive house es un género que derivó de la música house. Sus secuencias son largas, hipnóticas. Los rastros del dub le dan profundidad a la melodía y el Eurodance le impregna un ritmo bailable. Emergen arpegios combinados con una especie de sirena que eleva sus escalas hasta distorsionarse en un sonido circular. De pronto, silencio. Le sigue el bajo, duro, como si fuera un golpe seco: ¡Pum, pum, pum pum!  Sofía sintió la parte dura en neonGARDEN. Es como si tu  mente se disolviera en el espacio: la sensación de vértigo se torna agobiante. Lo peor es que no puedes hacer nada: resistirse lo empeora. Fue con Iker por cervezas para tranquilizarse pero cuando intentó pagar, la cartera se le derritió entre las manos. Hizo una escala en el baño y las paredes se hicieron pequeñas, como si respiraran, como si quisieran devorarla.  Al caminar fuera de neonGARDEN se toparon a las chicas del staff de EDC. Ellas circulaban en grupo, bailaban, mandaban besos. Tenían las caras pintadas de blanco, como mimos. Vestían bikinis y su pelo era verde, amarillo, naranja. Otras personas desfilaban con penachos, con el cuerpo pintado con colores fosforescentes. También había quienes se disfrazaron de El Chapulín Colorado, de La Parca, de Power Ranger, de musulmán. Se podía ver a Jaime Duende y a Jorge Campos. En ese lugar, la gente se colocaba máscaras para librarse de las otras: las de la vida profana; a la luz neón, era un festín sensorial y psicodélico. Escucharon un beat convulsivo y lo siguieron. Llegando a wasteLAND  los recibió un Jack Skellington de doce metros, pintado en un contenedor. Sobre esta imagen leyeron la frase: “Welcome to hell”. La gente brincaba y agitaba las manos en oleadas atiborradas al compás de los sonidos industriales. En el techno el bajo es mucho más rápido que en otros géneros. Es un sonido trepidante, saturado; una combinación de tambores tribales hechizados por el trance que se te meten en el cuerpo. El techno desplegó su poder de agujero negro: sin dejar escapar ningún haz de luz, lo absorbía todo para después dinamitarlo. Tal vez el recuerdo de Mauricio regresaría al día siguiente con toda su brutalidad. Pero ahí, la memoria quedaba suspendida en un presente perpetuo. En pleno vórtice, Iker y Sofía fueron consumidos por la celebración, por los pasos tribales, por el sudor extático que purga. En los rituales salvajes, sólo importa el beat que condensa la vida en un intervalo, que transforma el movimiento en danza, que te hace decir: “hoy ardemos… porque este es el momento, este es el aquí, este es el ahora”. Leer: Ayahuasca: La fiesta del amor, la fiesta del perdón


El grupo DOx de substancias se refiere a una clase de anfetaminas psicodélicas sintetizadas y documentadas originalmente por Alexander Shulgin en su investigación de las fenetilaminas psicoactivas en la década de 1970. Más tarde, Shulgin publicó sus hallazgos junto con otros compuestos derivados de la mescalina en su libro semi-autobiográfico con cientos de referencias de síntesis orgánica llamado PiHKAL. Descripción no disponible. Los compuestos DOx son sustancias altamente potentes, sensibles a la dosis y de muy larga duración que son considerablemente más intensas y difíciles de usar y controlar que sus análogos homólogos 2C-x (2C-B, 2C-C, 2C-D, etc.), así como las lisergamidas serotoninérgicas (LSD, LSA, LSZ ALD, etc.). Los efectos de las DOx se componen de imágenes fuertes de alta complejidad geométrica y una carga corporal intensa que generalmente se acompaña de una marcada estimulación física y mental que puede persistir más allá de la duración principal de sus efectos (estimulación residual prolongada).
Is dat DOM? Volgens mij wel (Tripreport) - Changing Perspective

Blotter con 10mg de DOM

Resultado en reactivos de identificación de substancias

En particular, son una de las pocas clases de sustancias químicas psicodélicas (la otra es la serie 25x-NBOMe, 25x-NBOH y las lisergamidas serotoninérgicas) lo suficientemente potentes en peso como para colocarlas y distribuirlas en papel secante, donde tiene un historial de ser vendido como un sustituto del LSD genuino, siendo significativamente más fácil de producir. En la calle son conocidos por su sabor claramente amargo y a veces adormecedor en la lengua, en reactivos obtenemos los siguientes resultados;
  • Marquis: Verde a Negro (rápidamente)
  • Liebermann: Amarillo a negro
  • Froehde: Amarillo a Verde
  • Mandelin: Verde o Amarillo claros
Si ya lo hemos ingerido podemos identificarlo por su sabor metálico, a diferencia del NBOMe que es mayoritariamente amargo o el NBOH siendo adormecedor. Algo que al igual lo distingue es su período de aparición inusualmente largo (que puede tardar hasta 3 a 4 horas antes de que sus efectos principales incluso comiencen a presentarse), lo que a veces ha llevado a usuarios inexpertos de LSD para concluir prematuramente que su blotter o cuadro es de débil potencia para luego tomar más de la substancia para tratar de compensar. Esto ha llevado a una serie de sobredosis accidentales que han terminado en muerte o experiencias desagradables y abrumadoras cuando los efectos de la sustancia finalmente aparecen. Anfetaminas alucinógenas pertenecientes a este grupo Las substancias del grupo DOx más populares con mayor historial de uso, sobre todo como adulterantes del LSD, que empezaron a ser usados en San Francisco desde los años 80s, compienzan con el DOM la primera en ser adaptada a este fin lacual empezó a provocar las primeras muertes que generaron en automático mala fama para el LSD.

Molécula sustitutiva del grupo DOx

File:DOx.svg  

-DOM (Dimetoximetanfetamina)

Dosis: 0.5mg-10mg Duración: 12 a 16 horas (Peak: 6-8 horas) File:DOM.svg  

-DOC (Dimetoxicloroanfetamina)

Dosis: 0.5mg-6mg Duración: 12 a 24 horas (Peak: 8-12 horas) File:DOC.svg  

-DOB (Brolamfetamina)

Dosis: 0.2mg a 3mg Duración: 4 a 16 horas (Peak: 6-10 horas) File:DOB.svg

DOI (Dimetoxi-iodoanfetamina)

Dosis: 0.5 a 3mg Duración: 16 a 24 horas

File:DOI.svg

Los padres del 2C-B

Interesantemente de estas substancias se lograron derivar todas las moléculas del grupo 2C-x como el 2C-B derivado del DOB, el 2C-I derivado del DOI, 2C-E derivado del DOET entre muchas otras muy interesantes como el 2C-T-x o los TMA; como el TMA-2. Más tarde en Alemania se sintetiza el grupo 25x-NBOMe resultando ser uno de los derivados más intoxicantes y peligrosos de estas substancias. Posteriormente se sustituyó el metilo de los NBOMe por un hidroxilo creando el grupo 25x-NBOH siendo mucho menos neurotóxico y vasoconstrictor, con una experiencia alucinógena más prominente. Algo que tienen en común todas estas fenetilaminas artificiales es el proveer de una experiencia visual intensa con efectos mentales incomparablemente menos envolventes que los de psicodélicos clásicos como LSD o DMT. En el presente páginas especializadas en la venta de Research Chemicals han logrado ofrecer análogos extraños de estas anfetaminas sustituidas ya que se han ilegalizado y se van agregando estos análogos a las listas de prohibición necesitando hacer cada vez mas modificaciones. Alguno de los análogos más nuevos y menos conocidos de este grupo de substancias son:
  • DOET  (Dimetoxietilanfetamina)
  • DOPR (Dimetoxipropilanfetamina)
  • DOiPR (Dimetoxi-isopropilanfetamina)
  • DOBU (Dobutamina)
  • DOAM (Dimetoxiamilanfetamina)
  • DOF (Dimetoxifluoroanfetamina)
  • DOEF
  • DOTFM (Dimetoxitrifluorometanfetamina)
  • DON (Dimetoxinitroanfetamina)
  • DOT "Aleph-2" (Dimetoximetiltioanfetamina)
  • MEM (Dimetoxietoxianfetamina)

Reducción de daños de los DOx

La toxicidad y los efectos a largo plazo en la salud del uso recreativo de DOx no parecen haber sido estudiada en ningún contexto científico y se desconoce la dosis tóxica exacta. Esto se debe a que los DOx suelen ser un químico de investigación con muy poca historia de uso humano. Los informes anecdóticos de aquellos que han probado DOx ​​sugieren que no hay efectos negativos para la salud atribuidos a simplemente probar la sustancia por sí sola en dosis bajas a moderadas y usarla con moderación pero nada se puede garantizar por completo. Siempre se debe realizar una investigación independiente para garantizar que una combinación de dos o más sustancias sea segura antes del consumo. Se recomienda encarecidamente que se utilicen prácticas de reducción de daños al utilizar esta sustancia ya que definitivamente se han presenciado muertes las cuales han dañado desde hace décadas la reputación del LSD.

Tolerancia y potencial de adicción

Las anfetaminas alucinógenas no crean hábito, y el deseo de usarlo puede disminuir con el uso. En la mayoría de los casos, se autorregula. La tolerancia a los efectos de los DOx se desarrolla casi inmediatamente después de la ingestión. Después de eso, se necesitan entre 4 y 7 días para que la tolerancia se reduzca a la mitad y entre 7 y 10 días para volver al nivel inicial siempre tomando en cuenta la ausencia de un consumo adicional. Los DOx presentan tolerancia cruzada con todos los psicodélicos, lo que significa que después del consumo de alguna de estas anfetaminas todos los psicodélicos tendrán un efecto reducido.

Sobredosis

El riesgo de una sobredosis de DOx  esta presente sobre todo en personas con poca experiencia en el consumo de psicodélicos de tipo alucinógeno, aunque los casos de sobredosis más comunes es cuando un DOx se mezcla con otras sustancias, particularmente estimulantes o IMAO. Las vías no orales también parecen exhibir una mayor probabilidad de sobredosis, quizás debido a las diferencias en la biodisponibilidad, la potencia y la imprevisibilidad de la dosis y los efectos. Los efectos de una sobredosis de DOx generalmente incluyen comportamiento extraño, delirante y, a veces, violento, amnesia, entumecimiento, confusión y ansiedad. Es posible que el usuario no pueda comunicarse y puede estar muy agitado. En dosis apropiadamente altas, pueden ocurrir efectos secundarios más serios como psicosis, ataques de pánico y convulsiones que a su vez afectan aún más el ritmo cardíaco, la presión arterial y la vasoconstricción peligrosamente elevados. La intoxicación puede requerir asistencia médica si el flujo de sangre se interrumpe significativamente durante largos períodos de tiempo.

¿Qué hacer en casos de sobredosis?

En caso de sobredosis, se pueden administrar benzodiazepinas o antipsicóticos para mitigar los efectos hiperagitadores. Es posible que también se deba administrar un potente vasodilatador para prevenir una emergencia hipertensiva o, en casos más graves, necrosis, insuficiencia orgánica y muerte a través de la hipoxia resultante. Por lo tanto, siempre se deben buscar servicios médicos de emergencia en caso de una sobredosis de DOx o por lo menos tener preparadas benzodiacepinas como el Clonazepam o Diazepam en casos de emergencia. Si quieres conocer más aspectos de estas substancias puedes ver el siguiente dialogo con Pier Giuseppe Coppe, uno de los especialistas en este tema del equipo MindSurf: https://youtu.be/gweo4iJ91Jw

Sabemos que en la escena musical, e incluso en todas las artes ha existido influencia del consumo de drogas. Se ha estudiado y comprobado directamente que es la escena rave es en la que se consumen más substancias psicoactivas variadas a comparación de congregaciones musicales que se traten de otros géneros como el pop o la banda. Así mismo estas congregaciones inspiradas en la música electrónica han sido uno de los puntos de oferta favoritos para la venta de substancias psicoactivas adulteradas, por esto mismo dinámicas de reducción de riesgos y daños en el consumo de drogas en general deberían ser primordiales para la organización de estos eventos musicales. Es necesario reforzar el ámbito de protección para los asistentes no sólo en el área de emergencias de salud, cuando lo peor ya ha ocurrido, sino también hay que implementar los mecanismos y protocolos de prevención efectivos y disponibles al público en general; para que las personas no tengan que ser atendidas hasta  después de consumir cocaína adulterada y mejor tengan la posibilidad de detectar el adulterante antes de su consumo.

Nuestro servicio para los organizadores de eventos musicales de gran escala

MindSurf y la marca de manufactura 100% mexicana de reactivos de identificación de substancias Junkie but no Donkey se unen para ofrecer un stand permanente totalmente abierto al público de análisis de substancias y de consejería en el área de adulterantes y consumo seguro responsable de substancias psicoactivas sintéticas para reforzar el área de protección a los asistentes del evento que sean usuarios de este tipo de substancias. Así como han modificado la política exclusiva en pro a las personas homosexuales, también los usuarios de drogas deben estar incluidos en estas nuevas políticas incluyentes; esto no quiere decir que se permita la portación ilegal y la venta de drogas, más bien, esto significaría una manera totalmente legal y ética de generar esta inclusión muy necesaria sin romper la ley, no hay manera de que la presencia de reactivos de análisis de substancias sea castigada, al contrario; la CONADIC apoya oficialmente esta metodología, por lo que esto podría incluso no solo estar en el marco de la ley, sino que podría otorgar un prestigio que es innovador en el área de protección a los asistentes. Por qué es necesario el análisis? Encontrar maneras viables, confiables y legales de detectar adulterantes y drogas peligrosas en la escena rave urge, ya que miles de vidas han sido cobradas por la adulteración de muchas de las substancias psicoactivas más utilizadas en la zona urbana y occidental como los “cuadros” o papel secante, tachas y píldoras de éxtasis, cocaína, metanfetamina, MDMA, DMT, morfina, heroína principalmente, entre otras. Este fenómeno deriva directamente de la política prohibitiva que inevitablemente genera un mercado negro que al no estar regulado facilita la adulteración de las drogas más demandadas. Descripción no disponible. Nuestro stand en los festivales El stand consta de una mesa larga con un Staff completamente especializado de 3 a 6 personas altamente capacitadas  para poder montar la infraestructura y ofrecer el análisis de substancias en una localización estratégica. Junkie But No Donkey es la única marca en México que ofrece 5 tipos distintos de reactivos (Ehrlich, Hoffman, Marquis, Lieberman, Mandelin) de manufactura 100% mexicana efectuada dentro de sus propios laboratorios: Descripción no disponible.

Reactivos especializados para psicodélicos

  • Ehrlich
  • Hoffman

Reactivos especializados para estimulantes y depresores

  • Marquis
  • Lieberman
  • Mandelin
Descripción no disponible. Qué son los reactivos? Se trata de un liquído que consta de la mezcla de distintos compuestos químicos sintéticos que al combinarse acaba siendo un producto líquido que reacciona colorimétricamente en distintos colores según la substancia psicoactiva de la que se trate, ósea a cada droga corresponde un color distinto. Estos tienen la capacidad para detectar una gama gigantesca de substancias psicoactivas, entonces ofrecen la posibilidad de ayudar a cualquier persona a colocar una única gota de estos reactivos sobre un pedazo del tamaño de un grano de arena ya sea del polvo, cuadro o pastilla. Cómo funcionan los reactivos? A través de la observación del cambio de color de esta gota se puede comparar con la tabla de colores que facilitaremos en varios formatos a los asistentes para así comprobar de forma fehaciente la presencia efectiva de la substancia psicoactiva que se busca ingerir o la presencia de un adulterante que podría ser peligroso o aportar efectos no buscados. Cuánto cuesta el análisis? Nuestro Stand ofrecerá de forma gratuita y a cooperación voluntaria el servicio de análisis de substancias psicoactivas con protocolos de seguridad bien establecidos. Se emplearán los recipientes cerámicos más efectivos para el test, así como todas las herramientas necesarias para una adecuada manipulación de los materiales como guantes de neopreno, bicarbonato de sodio, tijeras especializadas, luz UV para detección de LSD, servilletas, entre otros. Dónde se lleva a cabo el análisis? MindSurf se dispone para proveer este servicio en el festival, rave o evento en el que se necesite. Así mismo se ofrecerá una consejería permanente en cuanto al consumo seguro y la prevención del abuso de substancias psicoactivas sintéticas. Esta zona también proveerá material gráfico esencial y a gran escala para informar acerca del uso seguro a través de las técnicas propuestas. Esto con el objetivo de revolucionar el área de prevención y el reforzamiento de la cultura de reducción de riesgos y daños en este gran evento. Dónde contactarnos? Si usted esta interesado en este servicio puede ponerse en contacto con Pier Giuseppe Coppe al número 55 5504 2072 quien es el especialista del equipo Mindsurf en este tema en especifico.